jueves, 24 de mayo de 2007

La vida es sueño, o no.

Estos dias de mi vida estoy nadando en un mar de experiencias nuevas, entre aguas de muy distinto oleaje. Convivo algunas horas de mi vida en un oasis de sin razón y mentes disueltas en amplios recipientes de locura. Me rodeo de gente etiquetada por la sociedad como seres despreciados y no aconsejables para una hermética sociedad, que busca en lo anodino y lo vulgar su máxima expresión de tranquilidad. Cada minuto que paso con estos seres aprendo lo frágil que soy y lo vulnerable de mi ser. Le doy las gracias a todos ellos por llorar en mi hombro, comentarme lo mucho que les molesta las voces inquilinas del ático de pensamiento, explicarme su malestar con la sociedad y con ellos mismos. Gracias a ellos me he dado cuenta que cada segundo de mi vida lo tengo que guardar en un caja fuerte, porque eso es lo único que me quedará. Seré celoso de cada segundo de mi existencia para cuando me haga falta y necesite acudir a ellos y demostrarme a mi mismo que he estado vivo y que quiero seguir estándolo mucho tiempo. Si supierais las cosas que nos pueden enseñar las personas diágnosticadas de una enfermedad mental, seguramente nunca les volveriais a etiquetar de locos en forma despectiva. Tendriamos mas respeto hacia aquellas personas que han dado un paso mas en su encorsetado juicio y que por lindes del destino han caido en un precipicio de sinrazón. No les critiquéis y ayudarles a levantar el vuelo hacia cielos menos nublados donde sus dispersas mentes puedan volar sin chocar con las nuestras. Muy pocos volverán a ser "normales", si es que ser normal es el objetivo, pero muchos de ellos no volverán a caer al vacio, si nosotros somos su paracaida y conseguimos aposentarlos en tierra firme. No apartemos la mano a aquellos que nos la pide, porque quien sabe si algún dia esa mano nos levante de la cama y nos llame
"compañero".

PD: Se lo dedico a todos aquellos que dedican su tiempo a las personas con problemas mentales y sobretodo a los diagnosticados y no diagnosticados.

2 comentarios:

Diana dijo...

Si no lo has hecho ya... lee Verónika decide morir, de Paulo Coelho.

A veces me parece que soy una de esas no diagnosticadas, sobre todo últimamente.

Bsos

Oscar dijo...

Jajaja, creo que todos somos unos de esos, lo que pasa es que nos cuesta darnos cuenta