martes, 29 de mayo de 2007

Camarero! Una tapita de nada, por favor


A la vida, como a cualquier cosa, se le puede pedir de todo y de nada. Desde pequeños colmamos nuestras vidas con juegos imaginarios donde aparecemos como principes de reinos magicos, caballeros con montura negra y espada larga ( clara referencia a nuestra necesidad de tener apéndices largos) o como villanos defensores de los pobres y desatendidos. Tenemos pretensiones de ser superheroes salvalotodo con magia que rebosa de nuestras manos como la leche del puchero hirviendo. A lo largo de los años, estas pretensiones bajan del escalafón del sueño realizable, para aposentarse en imaginaciones infantiles, pero aún creemos poder ser un jugador de primera división, o un bombero de esos que salen en los calendarios marcando tableta de chocolate ( en mi ciudad son mas bien gorditos, y seguramente aprovecharon a hacer las fotos en hora de la merienda para despistarles). De nuevo los años nos ponen en evidencia, aposentando en nuestra barrigas esa grasita de morros y cervecitas ynos demuestra que nuestro deporte pasa de ser el futbol, demasiado campo para mis sucios pulmones, a jugar en la taberna a los dardos, uno de los pocos deportes que mientras se juega se puede seguir con los morros y la cervecita. La verdad es que a mi edad he dejado de tener sueños tan lejanos y de difícil realización, para pasar a tener simplemente sueños. La diferencia es que antes quería conseguirlos a toda costa, y ahora me basta con disfrutarlos cuando los tengo. Por eso le pido a la vida una tapita de nada,. Por que?...porque si con todo lo que le he pedido y nada me ha concedido, ahora le despisto y no le pido nada, como mínimo esta vez me hará caso.

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